Venezuela y Vieques: dos “uves” en los ojos de Bolívar

por R. Rabin

En Vieques tenemos una responsabilidad mayor de solidarizarnos con el pueblo venezolano, investigar su historia política y tomar una posición clara ante la situación actual de tensión y peligro.

Primero, Vieques es el único punto en todo Puerto Rico pisado por el venezolano más conocido, Simón Bolívar, el Gran Libertador de las Américas. En honor a ese hecho el gobierno de Venezuela, en 1969, obsequió a Vieques con el busto de Bolívar que decora nuestra Plaza Pública. Durante 40 años y siguiendo las pautas establecidas por Don Carlos Vélez Rieckehoff y otros viequense que crearon el Circulo Bolivariano de Vieques, se celebran actos de recordación a Bolívar ante el busto en la plaza cada 24 de julio, día de su natalicio. En muchas ocasiones una delegación del Consulado Venezolano en Puerto Rico participa en los actos. A mediados de la década de 1980, bajo la dirección teatral de Brunilda García y el maestro de teatro en Vieques de ese momento, Luis Meléndez, presentamos en el salón de actos de la Escuela Eugenio María de Hostos frente a la Plaza, la obra: Bolívar regresa a Vieques. La profesora viequense de español, Cynthia Martínez, preparó un poema impresionante para el evento que contó con la actuación y música de Carlos Laster y Myrna Pagán, respectivamente. Por otro lado, es importante mencionar la solidaridad manifestada por el equipo consular bolivariano durante la lucha intensa contra la Marina de Guerra de EU aquí entre 1999 y 2003. Recordamos con mucho cariño y respeto al Cónsul General de la República Bolivariana de Venezuela en Puerto Rico, Vinicio Romero (q.e.p.d.), y las muchas veces que nos visitó en esa época con una firme posición en apoyo a Vieques ante los abusos militares de EU.

Además de los aspectos históricos y las relaciones solidarias más recientes que nos conectan a la tierra natal de Bolívar, en Vieques sufrimos durante décadas los efectos desastrosos de las maniobras y ensayos relacionados con las constantes intervenciones estadounidenses en los asuntos políticos de los países del Caribe y Latinoamérica. Las fuerzas militares de EU usaron a Vieques para imponer su control sobre los recursos naturales y los puntos estratégicos de nuestra región: Panamá, Cuba, República Dominicana, Chile, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Granada entre otros. En todas estas aventuras militares los portavoces del Pentágono y Casa Blanca inventaron historias de “comunismo come niños”, dictadores y las preocupaciones de Washington por la democracia. Y luego de cada intervención militar se instalaron dictaduras militares ligadas a EU, compañías norteamericanas y europeas entraron en control de los recursos minerales y otros recursos de los pueblos “rescatados”.

En la situación actual de Venezuela se notan claramente las similitudes con las estrategias desarrollada por el secretario de estado Henry Kissinger, bajo el Presidente Nixon en los años setenta dirigida a derrocar al presidente democráticamente electo de Chile, Salvador Allende. Documentos desclasificados del Congreso de EU demuestra con números, nombres y fechas como ese país orquestró un plan diseñado a “hacer gritar la economía chilena” con el propósito de crear una situación de inestabilidad conducente a un golpe de estado de los militares chilenos que tenían fuerte vínculos con el pentágono. Varias agencias federales entregaron millones de dólares – cerca de 20 millones – a organizaciones chilenas de la oposición a Allende para fortalecer las campañas en contra de su gobierno socialista. Sindicatos estadounidenses usaron su influencia para movilizar a sus contrapartes chilenos a crear caos con el transporte y en algunas áreas industriales. Las compañías de comunicaciones ITT y ATT junto a las corporaciones dueñas de las principales minas de cobre chileno – Kennecot y Anaconda – conspiraron para que la economía gritara más y más y sugiera graves divisiones entre importantes sectores laborales. Finalmente, el 11 de septiembre de 1973, con el apoyo financiero, militar y político de Washington, el General Augusto Pinochet inició un golpe de estado que causó la muerte y la desaparición de miles de chilenos relacionados con el gobierno de Allende y los movimientos de izquierda. Durante más de 15 años el pueblo chileno vivió bajo uno de los más sangrientes en la historia de las Américas. Y todo se hizo, según Kissinger, Nixon, el Pentágono y la élite estadounidense, a nombre de la libertad y la democracia.

Ahora el presidente Trump diseña su propia estrategia arrogante y en abierta violación de los elementos más básicos del derecho internacional y la soberanía de las naciones. Trump – y otros presidentes de los antiguos imperios europeos que saquearon por siglos a las Américas – reconoce a un hombre que se autoproclama presidente. En un país con un impresionante historia de elecciones democráticas en décadas recientes, la actuación de este “falsante pretendiente presidencial” tiene el DNA (ADN) de Washington en su sangre.

En Vieques es nuestro deber estudiar esta situación más a fondo y no aceptar ciegamente las “noticias” de las corporaciones estadounidenses que promueven siempre la línea oficial de los centros de poder político de ese país. Hay que revisar los medios alternativos, noticieros de otros países en América Latina y otros lugares que no estén casados con Washington y los grandes intereses capitalistas.

Temprano en el siglo XIX Bolívar, estudioso de la política expansionista del joven país del norte, señaló que “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miserías a nombre de la libertad.”

Vieques y Venezuela, dos “uves” en los ojos de Bolívar.

Barrio Esperanza de Vieques, 25 de enero de 2019
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Posted by: Robert Rabin robert.rabin@cprdv.org

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